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Han llegado las nevadas sin que se dote a los guardias civiles de unos guantes aptos para el frio y la humedad y se sustituya la visera por un buen gorro.
AEGC lleva años pidiendo ropa adecuada para afrontar la climatología que en estos momentos están sufriendo los guardias civiles destinados en el pirineo aragonés con temperaturas extremas.
Madrid 18 de enero de 2023
AEGC ha solicitado en repetidas ocasiones y en diferentes escenarios (Comisión de Riesgos Laborales del Consejo de la Guardia Civil, Jefes de Comandancia...) prendas específicas de climatología adversa para las unidades que prestan servicio en demarcaciones que superan los 1.000 metros de altitud. Hasta la fecha no se ha tenido en consideración nuestras quejas sin entender porque unidades de especialistas de montaña tienen de dotación prendas adecuadas al medio y los guardias civiles destinados en seguridad ciudadana, tráfico y SEPRONA destinados en las mismas zonas NO.
Estos días estamos viendo como las borrascas Gérard y Fien están dejando la zona pirenaica envuelta bajo un frio polar, con fuertes vientos, lluvia y nieve, teniendo que ser activado el estado de alerta en todo el pirineo oscense. Además, en las próximas horas desde AEMET ya nos avisan que se esperan fuertes rachas de viento que harán que las sensaciones térmicas en muchos lugares como Cerler, Portalet y Bielsa sean de hasta –20 grados. Con estas temperaturas los guardias civiles seguiremos auxiliando a los ciudadanos en las carreteras, pueblos, granjas, etc., sin prendas impermeables, abrigadas y sobre todo sin capuchas para poder afrontar dicha climatología. La solución que encuentran nuestros compañeros es forrarse con capas como cebollas con las prendas que se nos facilitan, en muchos casos incompatibles entre sí porque la que protege algo del frio no es impermeable y al revés, si impide que te mojes no abriga. Además, si a todas estas capas que tenemos que ponernos, y que la administración afirma son más que suficiente para combatir las inclemencias meteorológicas adversas, le sumamos el chaleco antibalas y el cinturón con todos los utensilios necesarios para salir de servicio hace casi imposible movernos ni para poner unas simples cadenas.
Que la Guardia Civil es rácana a la hora de “invertir” en sus trabajadores ya lo conocemos, pero que hayan decidido ahorrar en dos prendas esenciales para poder trabajar en estos días de frio y humedad extrema es insólito. Porque el racaneo ya llega a los guantes de dotación: de un material de forro polar, que a la media hora de servicio en días de nieve o lluvia se mojan llegando a poderse escurrir. De la misma manera la prenda de dotación para la cabeza es una gorra con visera, muy útil para los días de sol, pero totalmente inservible en estos días fríos que hacen que las orejas nos queden a la intemperie con sensaciones térmicas polares. Es decir que por ahorrar pueden conseguir que más de un agente termine con serios problemas de congelación y auditivos. Como somos tantos para dar servicio ponemos en riesgo a la paupérrima plantilla aragonesa de la Guardia Civil en riesgo de bajas sanitarias.
Si a todas estas deficiencias o falta de material se le suma que en muchas ocasiones los servicios son en la vía pública durante 8 horas o más pues hace que los guardias civiles lleguen a sus casas en condiciones indignas para cualquier trabajador, cosa que no parece tenerse en consideración por ninguna unidad de riesgos laborales del Cuerpo. Unidad que también parece ignorar que por nuestro modelo de jornada a turnos hace que muchas noches volvamos al tajo con la ropa de la mañana sin secar.
AEGC ya avisó que esto podría ocurrir en cuanto bajaran las temperaturas pero nadie en la DGGC ha hecho nada por solucionarlo con antelación. De esta forma nos encontramos que hoy en las carreteras y pueblos situados en altitudes superiores a 1000 metros los guardias civiles prestan servicio sin prendas de abrigo, con el agravante de que al bajar la cota de nieve a menos altitud, el número de agentes que se encuentran en esta situación es aún mayor. Por eso en AEGC no entendemos como no se nos dota de estas dos prendas, guantes y gorro, a todos los guardias civiles ya que por nuestra movilidad hoy estamos en Canarias y mañana podemos estar en el Pirineo.
Pero si alguien piensa que la Guardia Civil no puede superarse en su deficiente gestión está confundido porque a fecha de hoy los más de 1900 agentes que salieron en junio de las academias, aun habiendo denunciado la situación la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), siguen esperando que se les dote de lo que la Institución considera prendas de abrigo común para manos y cuello. Tampoco se nos informa si se entregaran en algún momento lo que supone un grave problema para estos agentes ya que por la normativa tan restrictiva que tiene la Guardia Civil les hace imposible el uso de prendas particulares ya que se podrían enfrentar a una falta disciplinaria
