Madrid 28 de septiembre de 2022
La Asociación Española de Guardias Civiles lleva años denunciando la falta de uno de los principales elementos de autoprotección con el que pueden contar los guardias civiles durante el transcurso de sus labores de protección y vigilancia de la seguridad de los municipios de nuestra demarcación y sus ciudadanos.
Anunciar que para los próximos tres años se van a adquirir 3.500 de estos chalecos es totalmente insuficiente porque estos estarán destinados solo a unas unidades muy específicas. Es decir que, como van para unos puestos concretos, ni tan si quiera se cubrirán las necesidades del resto de unidades y mucho menos para dotar con ellos a cada uno de los guardias alumnos que salgan en las próximas promociones. También se quedan cortos los 708 chalecos internos femeninos que se van a adquirir para que las compañeras puedan llevar uno adaptado a su fisonomía por lo que deberán la gran mayoría seguir saliendo a prestar servicio con los masculinos que no les ofrecen seguridad porque no se ajustan a su cuerpo. Una situación que contrasta con la idea del Ministro de Interior de hacer más atractiva nuestra profesión para las mujeres reservando para ellas un mayor número de plazas, eso sí, NO las dotará de la única prenda que podrá salvar sus vidas en cualquier actuación policial: el chaleco antibalas femenino.
Además con estos 3.500 chalecos internos antibala tampoco van a servir para sustituir a los viejos de otras unidades que caducaran en los próximos tres años. Es decir, que a nuestro juicio, estas prendas que Interior ha anunciado a bombo y platillo como una gran inversión en seguridad para los agentes no llega ni a esos parches a los que tan acostumbrados nos tiene la Guardia Civil e Interior, porque han ignorado las necesidades de más del 90% de la plantilla.
Para AEGC con esta escasa compra de chalecos se sigue acentuando la brecha que hay entre los miembros de las policías autonómicas y los guardias civiles. Una brecha que no sólo es salarial (siguen sin cumplir al 100% con el Acuerdo de Equiparación), sino que también estamos discriminados en cuanto a materiales, siendo el chaleco antibalas la mayor de las discriminaciones porque mientras las autonómicas si tienen uno de dotación personal nosotros seguimos compartiendo el sudor de nuestros compañeros día tras día sin que, en medio de una pandemia, en Riesgos Laborales, tomaran la decisión de poner fin a este despropósito que los guardias civiles soportamos. Por ello desde AEGC instamos a la DGGC y al Ministerio del Interior que se deje de propaganda y de verdad apueste por proteger la vida de sus trabajadores y dote, al menos, a todos aquellos que hacen su labor de servicio público en la calle de esta prenda que les garantiza más seguridad. ¿Por qué si Mossos o Ertxaina lo tienen de dotación personal y los alumnos del CNP lo reciben en la academia los guardias civiles NO? Se imagina el señor ministro que en su época de juez se hubiera tenido que poner la toga, el birrete y la camisa blanca que ya se hubieran puesto previamente dos de sus compañeros? En AEGC estamos convencidos que aceptaría celebrar un juicio con estas prendas sudadas por otros jueces: PUES LOS GUARDIAS CIVILES TAMPOCO.