Madrid 14 de julio de 2022
Con la llegada del verano proliferan por toda la península los festivales musicales y demás eventos culturales y deportivos a los que los guardias civiles servimos, una vez más, de seguridad “Gratis Total”, o, si se prefiere, damos a empresas privadas un servicio público gratuito, pagado con el esfuerzo de todos los españoles, mientras los ciudadanos de nuestras demarcaciones quedan desprotegidos.
Galicia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia, etc., todas las comunidades tienen sus festivales y eventos deportivos o culturales que mueven a cientos de miles de personas a las que la Guardia Civil da cobertura desde las patrullas de tráfico para regular la entrada y salida de vehículos o controlando el consumo de alcohol y drogas al volante, hasta unidades del GRS, de Policía Judicial, helicópteros del Servicio Aéreo, Técnicos especialistas en Desactivación de Explosivos, Unidades caninas de explosivos y estupefacientes, Patrullas del Seprona, Servicio Marítimo, GEAS, GAR y Usecic y, por su puesto, las patrullas de Seguridad Ciudadana que dejaran sus demarcaciones sin seguridad.
Ayer, por ejemplo, comenzó en Almería el Dreambeach Villaricos que contará con seguridad pública por tierra, mar y aire a una actividad empresarial privada. Un año más volverán a movilizarse a más de 300 agentes para proteger a más de 100.000 asistentes a este festival de música que, como decimos, es una actividad privada, cuyas ganancias irán a parar a bolsillos particulares, mientras todos los contribuyentes habremos corrido con la mayor parte de los gastos de seguridad.
Y a este festival se suman otros muchos más por todo el territorio nacional, como el Puro Latino Fest de Torremolinos, Málaga; Músicos en la Naturaleza de Hoyos del Espino, Ávila; Monegros Desert Festival de Fraga, Huesca; o el Boombastic Festival de Llanea, Asturias, donde además se celebra estos días el Riverland Festival, de Arriondas o el evento deportivo del verano por excelencia: el Descenso del Sella.
En AEGC seguimos sin comprender como teniendo la carencia de personal en toda nuestra demarcación, en la que en época estival se triplican o cuadruplican la población, se puede detraer de los servicios ordinarios a agentes para ofrecer un servicio a coste cero a una empresa privada que, lícitamente, está haciendo su negocio.
AEGC no se cansa de denunciar estas carencias de medios y personal, pero parece que estas circunstancias no son tenidas en cuenta por quienes se ofrecen a cubrir estos eventos con agentes que acuden sin chalecos antibalas, sin porras extensibles y sin otro tipo de material de autoprotección y anti disturbios. Y ello a pasar de ser conscientes de que en estos lugares el consumo de alcohol y drogas es habitual y, por tanto, los guardias están expuestos a sufrir agresiones, una circunstancia que se repite en cada uno de estos eventos porque saben que las penas que les esperan son simbólicas al ser considerados agentes de la autoridad y no AUTORIDAD.
Un año más seguridad gratis a costa de los dobletes y de la profesionalidad de los agentes, de perjudicar a los ciudadanos al descuidar nuestras demarcaciones que además en verano ven mermados sus efectivos por vacaciones y permisos. Entendemos que para este tipo de eventos en el que el consumo de sustancias estupefacientes y de mucho alcohol, se necesita la profesionalidad de los guardias civiles, pero en AEGC no comprendemos que todos estos efectivos los ponga gratis el ministerio del Interior cuando afirma no tener ni un euro de presupuesto para dotar a cada guardia civil de más medios y protección personal, por ello seguimos preguntándonos ¿por qué no se cobra por la seguridad que se está ofreciendo?.