AEGC denunció hace apenas unas semanas los problemas en la frontera de Melilla ocasionados por la falta de personal
Melilla 24 de junio de 2022
Varios cientos de inmigrantes han asaltado este medio día la valla fronteriza de Melilla, y cerca de 200 han logrado entrar en la ciudad. Ha sido un nuevo asalto extremadamente violento donde los que trataban de pasar a Europa venían equipados con una radial para cortar una de las puertas de acceso al barrio chino y con hachas.
Un nuevo asalto al que los pocos guardias civiles que protegían el perímetro poco han podido hacer, salvo poner en riesgo su propia integridad. Prueba de ello es que a esta hora hay más de 20 agentes en urgencias con diferentes politraumatismos: una veintena pertenecientes a las patrullas territoriales y seis del GRS. Agentes que han recibido pedradas, rompiéndoles los cascos y alguno con mordiscos.
AEGC lleva años reclamando más efectivos y más medios materiales para los guardias civiles que velan por la seguridad del perímetro fronterizo melillense, que además de ser frontera española con Marruecos es también la frontera de Europa con el país magrebí. El problema que tiene de seguridad la Ciudad Autónoma de Melilla no puede seguir solucionándose con parches, con personal itinerante que llega de la península en momentos puntuales. La inseguridad de la frontera melillense es un problema enquistado para el que todos los gobiernos solo han tenido palabras, palabras y más palabras pero ninguna acción. Una solución que parte de incrementar la plantilla de la Guardia Civil en al menos 200 guardias civiles para poder crear una unidad propia de USECIC y así no tener que depender de los que llegan de la península.
AEGC, aun a riesgo de resultar reiterativa, seguirá reclamando al ejecutivo más personal para la frontera de Europa con el Magreb y con más razón en la actualidad ya que han quitado las “concertinas” sin tener un plan B. Parece que cuando uno está parapetado detrás de un despacho oficial no siente peligro, pero el peligro existe y son los guardias civiles los que en cada asalto (y son cada vez más violentos, hoy con una radial) ponen en riesgo su vida. Cuando el riesgo se transforme en luto tendrán que responder por su responsabilidad en esta inacción.