Desde la Asociación Española de Guardias Civiles, AEGC, personada en la causa abierta contra José Antonio Urruticoechea Bengoechea, Josu Ternera, a través de su abogado Jorge Piedrafita, queremos mostrar nuestra preocupación, fundada, por la deriva que está tomando la causa que contra este asesino se está llevando en la Audiencia Nacional por el atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza en el que mataron a 11 personas, cinco de ellas niños. AEGC solicitó desde el primer momento que se pidiera a Francia la extradición de este sangriento asesino, postura con la que siempre coincidió tanto el juez como la fiscalía. Por eso ahora ni compartimos ni entendemos que desde este juzgado se esté pensando en la posibilidad de archivar temporalmente la causa. Para AEGC dicho archivo paralizaría la eurorden y por lo tanto se retrasaría todo el proceso y la reparación del daño infligido a sus víctimas, quienes llevan 32 años esperando que el responsable último del atentado responda de sus crímenes ante la justicia española.
Por nuestra parte, AEGC se mantendrá firme y vigilante para que esta causa siga abierta y esperamos la misma postura de firmeza de la Fiscalía, a la que solicitamos que apoye todas las acciones que, legalmente sean posibles, hará esta acusación popular para que la amenaza de este archivo no se llegue a producir. La fiscalía no puede ser cómplice de esta acción porque no solo defiende los intereses del Estado, también ejerce como defensor de los ciudadanos, como lo son las victimas del terrorismo, y en este caso concreto familias de guardias civiles que en 1987 vieron truncadas todas sus ilusiones y esperanzas.
En junio, Josu Ternera afirmo ante el juez francés que daba “su palabra de vasco de que no intentaría huir, pues desde AEGC queremos también dejar muy claro al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, que no vamos a parar hasta ver a este asesino sentado ante la justicia española y pagando por sus crímenes cometidos. Porque en la Asociación Española de Guardias Civiles también cumplimos con la palabra dada.