Francisco Mujica Garmendia, alias Paquito, condenado por la masacre de la Casa Cuartel de Zaragoza, ha salido hoy de prisión con el tercer grado.
Madrid 11 de diciembre de 2020
AEGC siempre se ha mostrado respetuosa con la Justicia y las decisiones que toman los magistrados, alguna de ellas no las hemos compartido pero las hemos respetado. Pero hoy, tristemente, nos cuesta mucho respetar la decisión judicial que ha concedido al etarra, asesino convicto, Francisco Mújica Garmendia el tercer grado. Somos conscientes que los tiempos judiciales son los que son, pero los jueces de la Audiencia Nacional deben comprender que conceder el tercer grado a este asesino el mismo día que se cumple el 33 aniversario del atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza, del que fue autor, es un insulto y un agravio a sus víctimas: 11 muertos, de ellos cinco menores, y los 88 heridos de aquel fatídico 11 de diciembre.
En AEGC no comprendemos como, después de que el Tribunal Europeo de Estrasburgo rechazara la petición del abogado del etarra de una rebaja en su condena, al final este asesino se va a librar de cumplir el máximo de su condena. Nunca estás preparado para ver salir de prisión al asesino de tus compañeros sin que haya mostrado un atisbo de arrepentimiento, pero es aún más difícil de aceptar que se le hayan regalado cinco meses de libertad, porque no tendría que haber salido antes de abril de 2021.
La Asociación Española de Guardias Civiles quiere recordar a todas las víctimas de este terrorista que la causa no está cerrada. AEGC espera ver pronto sentado ante la justicia al autor intelectual del atentado, Josu Ternera, y espera conseguir la máxima condena posible para el. Las víctimas de la Casa Cuartel de Zaragoza siguen esperando justicia 33 años después.
Por último desde AEGC pedimos a la Fiscalía que no permita que se lleven a cabo más homenajes a estos asesinos y que de producirse algún acto de exaltación a Francisco Mújica Garmendia tome buena nota y abra las diligencias oportunas. Sus víctimas no merecen más humillaciones y su deber es impedir que estas queden impunes.