Madrid a 11 de agosto de 2020
A punto de comenzar la tercera fase de la “operación verano” 2020, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) vuelve a enfrentarse a la misma problemática de todos los años, agravada ahora por otros factores, lo que sin duda va en perjuicio directo de los usuarios.
Desde la Agrupación recientemente se han dado instrucciones a los destacamentos de empezar a realizar controles masivos de alcohol y drogas, supuestamente con un protocolo adaptado a la situación actual provocada por la Covid-19 que intenta aumentar la seguridad y reducir al máximo el riesgo de contagio tanto de agentes como de usuarios. Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se está diciendo a la sociedad que este incremento de controles va unido al incremento de la circulación y desplazamientos a causa del levantamiento del confinamiento y el inicio del periodo vacacional, pero lo que callan es la situación real de los componentes de la ATGC para la realización de tales controles. Agentes que no se disponen de las pruebas de drogas suficientes para su realización teniendo que dejar las pocas de las que se disponen para situaciones donde sea imprescindible su realización por la gravedad de los hechos, tales como siniestros viales.
AEGC ya ha denunciado con anterioridad que la política de inversiones de la DGT apostando por la compra de radares y otro material similar dejando a un lado a la ATGC. Una Agrupación cuyos integrantes son sin duda los principales garantes de velar por la seguridad de todos los usuarios de las vías llevando a cabo la vigilancia, control, auxilio y cumplimiento estricto de las leyes viales, con el único fin de reducir la siniestralidad vial.
Para AEGC es inadmisible este abandono por parte de la DGT, que se ha traducido en una reducción el presupuesto hasta tal punto de tener la ATGC vehículos, tanto de dos como de cuatro ruedas, parados en los Destacamentos simplemente por tener averías que no superan en un gran número de casos los 100€, vehículos con los neumáticos desgastados o pinchados.
Una de las consecuencias de la realidad de la situación que sufre la ATGC por la política llevada a cabo por la DGT es que ninguna de las medidas adoptadas por ésta han surgido el efecto deseado ya que tanto el número de siniestros viales como de fallecidos a causa de estos están aumentando, así́ como el número de sanciones por exceso de velocidad. Esto significa que la inversión en radares, en lugar de aumentar el presupuesto de la ATGC, es una equivocación ya que en lugar de invertir en la mejora de medios para los agentes, que sí beneficia y contribuye a que haya más vigilancia y seguridad en las vías y, por tanto, se reduzcan esos números negativos, se da prioridad a la recaudación mediante las sanciones que estos imponen, dando una imagen pésima de la DGT, a la vez que se perjudica directamente la propia imagen de la ATGC lo que para los que formamos parte de ella es inaceptable.
Por todo ello, desde la Federación de Trafico de AEGC no se va a permitir ni que los usuarios sufran las consecuencias de una nefasta política en seguridad vial, ni que se manche la imagen y el prestigio del que goza una Institución forjada desde su fundación gracias al trabajo, esfuerzo, dedicación y vidas de sus agentes, quienes no se merecen estar trabajando en unas circunstancias como las actuales.
AEGC insta a la DGT a que mejore tales circunstancias y dote a la ATGC de un presupuesto acorde con las necesidades que demanda la actual situación de la seguridad vial. Desde nuestra Asociación recordamos que la mejor inversión es aquella destinada a salvar vidas, a través del trabajo de los agentes reduciendo la siniestralidad, y no a la mera recaudación económica que se esconde bajo el pretexto de invertir en seguridad con la compra de radares, lo que se está demostrando no es el camino a seguir.