D. Miquel Octavi Iceta i Llorens
Ministro de Política Territorial y Función Pública
Señor ministro,
Le escribimos como secretario general de la Confederación Española de Policía y presidente de la Asociación Española de Guardias Civiles, organización sindical y asociación profesional representativas que defienden los intereses laborales de miles de funcionarios de nuestros Cuerpos en toda España, para trasladarle nuestra honda preocupación -que estoy seguro, además, es compartida por su departamento- por las disfunciones que está sufriendo el proceso de vacunación frente a la Covid-19 de los compañeros destinados en la cuatro provincias de Cataluña.
Como bien sabrá, desde que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobase la actualización de la estrategia de vacunación de 09.02.2021 los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como colectivo expuesto al contagio del virus y debido a las peculiaridades de su trabajo y a la imposibilidad en no pocas ocasiones de observar las medidas de distanciamiento social para mitigar o evitar el mismo, han sido vacunados por los servicios sanitarios de las Comunidades Autónomas, siendo inoculados con la primera dosis de AstraZeneca.
Este proceso ha permitido que más del 76% de los efectivos de Policía Nacional y 78% de Guardia Civil hayan recibido ya la primera dosis de la vacuna. Sin embargo, esa media de desploma en el caso de Cataluña hasta poco más del 14% en el primer Cuerpo y el 15% en el otro. Semejante diferencia -hasta la fecha solo han sido inoculados 545 policías nacionales de los más de 3.800 y poco más de 600 de los más de 3.500 guardias civiles con destino en Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona- no se entiende cuando otros colectivos esenciales con dependencia de la Administraciones autonómica (Mossos d’Esquadra) y local han sido vacunados en un porcentaje significativamente superior (cuando no en su totalidad).
Entienda, por tanto, que a la incertidumbre por no haber recibido esa protección sanitaria se sume la desigualdad generada por esta injusta aplicación de una estrategia de vacunación que debe ser homogénea en todas las Comunidades Autónomas. Sentimientos ambos que se suman al de la honda preocupación de nuestros miles de compañeros allí destinados y de sus familias. Porque Policía Nacional y Guardia Civil siguen ofreciendo servicios de atención al público e interactúan con la ciudadanía en el ejercicio de competencias en materia de extranjería, documentación, fronteras, Policía Judicial, lucha antiterrorista, resguardo fiscal y prevención de la delincuencia, entre otros muchos cometidos.
Esta grave anomalía que le trasladamos puede llevar a la paradójica situación de que los policías nacionales que participan en los operativos conjuntos con Mossos y Guardia Urbana de Barcelona para evitar la actuación de bandas de carteristas en el transporte público sean los únicos que no están vacunados, como así ocurre en estos momentos, pese a integrarse en esos despliegues coordinados en pie de igualdad con los efectivos de esos otros dos Cuerpos. O a que los guardias civiles que recientemente han participado en una misma operación contra la criminalidad organizada junto a Mossos se vean desprotegidos sanitariamente cuando sus homólogos autonómicos ya disponen de una primera dosis de la vacuna AstraZeneca.
Siendo conscientes de su especial sensibilidad en esta materia, le rogamos transmita esta inquietud y contribuya con sus gestiones, que de ser positivas serán valoradas en su justa medida, a que esta problemática pueda encontrar solución a través de la interlocución con las autoridades sanitarias de la Generalitat de Cataluña.