Guardias civiles de Lanzarote han sufrido estos últimos días agresiones que han ocasionado lesiones de distinta consideración a tres agentes.
Las agresiones a miembros de las FCSE no cesan, al contrario continúan incrementándose sin que desde el Ministerio del Interior y desde el propio Gobierno se mueva un dedo por que paliar la gravedad de esta situación. Las últimas registradas en nuestra comunidad son de estas últimas 48 horas. Una agresión cometida en el ámbito de violencia de género en Costa Teguise que se ha saldado con dos agentes heridos que acudieron a un hotel de la zona tras la llamada de una mujer inglesa que estaba sufriendo violencia de género por parte de su pareja. Fue precisamente este individuo el que al ver a su mujer con los agentes comenzó a insultarla y a propinar puñetazos en la cara, cabeza y nariz a los guardias civiles, llegando a intentar meter los dedos en los ojos de uno de los agentes. La segunda de las agresiones sufridas por guardias civiles este fin de semana en Las Palmas se registró en San Bartolomé, en el aeropuerto Cesar Manrique, cuando dos turistas en estado de embriaguez a petición del comandante de la nave se negaron a desalojar el avión. Ante la llegada de una patrulla de la Guardia Civil las dos mujeres no despusieron su actitud, especialmente una de ellas que agredió a los agentes mordiéndoles, arañándoles y propinándoles patadas. En ambos casos AEGC se personará como acusación.
Desde AEGC, Asociación que engloba a todos los empleos y escalas de la Guardia Civil, llevamos años reclamando que se nos forme y se nos dote de unos medios muy específicos: pistolas eléctricas paralizantes. Una herramienta de trabajo esencial, que tenemos en muy escasas cantidades, no sólo para garantizar la seguridad de los guardias civiles, sino también para poder actuar con proporcionalidad ante las continuas agresiones que sufrimos.
Pero AEGC también está reclamando que nuestra profesión sea de riesgo. ¿En qué cabeza cabe que consumido casi un cuarto del siglo XXI los guardias civiles, que hemos sufrido duramente el golpe del terrorismo, tengamos que seguir reclamando ser profesión de riesgo? Para AEGC esta reticencia por parte del Ejecutivo, y más concretamente del inquilino del Ministerio del Interior, es una muestra más de la indiferencia que siente este gobierno por todos los que formamos parte de la Guardia Civil. Indiferencia que se traduce en la falta de medios y el poco interés que parecen tener por nuestra integridad. Si esta actitud la tuviera hacia sus trabajadores una empresa privada el ministerio de Trabajo ya habría tomado medidas para que se garantizase el cumplimiento de la Ley de Riesgos Laborales, pero como se trata de funcionarios, de los últimos funcionarios del escalafón, su seguridad carece de interés, hasta para el propio Director General.